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10% dto.
Caracteristicas
- Páginas: 210
- Formato: 21x15x3,00 cm
- Fecha Edición: 2016
- Edición: 12082016
- Idioma: Castellano.
- Encuadernación: Tapa blanda o Bolsillo - Bolsillo (España) - Trade paperback (EE.UU).
- Peso: 0,30 kg.
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La Puerta del Desierto
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9788494564291
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El mundo visto por primera vez a través de los ojos de un niño, Badr, que en uno de esos errores infantiles, sale a buscar el horizonte, el Sur (creyendo en su error que se trata de un lugar físico) y el mar, desde la aldea en el límite del desierto en la que vive, emprendiendo así un viaje épico a través de océanos de arena, montañas y valles. En su afortunado viaje encontrará personajes que le ayudarán a comprender ese mundo recién descubierto y los que compartirán con él historias y relatos llenos de sabiduría.;Intercalada y a la vez imbricada en esta trama, encontramos también las aventuras de Anwar, un líder nómada que deberá afrontar los peligros del mundo antiguo y que irá poco a poco revelando la relación entre ambas narraciones.;A continuación reproduzco una de las pequeñas fabulas que salpican la odisea del pequeño viajero.;LA ESTRELLA;En los albores de los tiempos, cuando aún ni siquiera el desierto era desierto, la ciudad de los hombres, bullía de vida.;Un buen día, un hombre de apariencia extraña bajo de la montaña cercana, para advertir a todos que huyeran de la ciudad, pues una desgracia se acercaba. En las vísceras de un ave se había leído un mensaje claro, y este era un antiguo método de adivinación muy respetado. Una estrella caería del cielo y arrasaría la ciudad y sus habitantes, reduciéndolos a cenizas.;Muchos le creyeron, y le siguieron en su camino a la montaña, donde estarían seguros. Uno de los que lo siguió era el Rey que gobernaba en la ciudad, que era profundamente supersticioso y creyente. Y al exiliarse él, muchos de los habitantes de aquella ciudad, le siguieron.;Paso una día. Y luego otro. A la semana, la gente comenzó a perder la fé en aquel hombre y regresar a sus casas. Al año, tan sólo el Rey permanecía junto al eremita.;Cultivaban vegetales, y cazaban pequeños animales para vivir. El Rey, poco a poco fue olvidando su vida anterior, y era feliz en la montaña. Admiraba la profunda sabiduría de aquel hombre para con el medio, y nació una bonita amistad en la que llegaron a considerarse como hermanos.;Pasaron los años, y los dos amigos envejecieron, hasta el punto de convertirse en dos ancianos venerables. Un día, el anciano eremita se comportaba de manera intranquila, pero su amigo el viejo Rey no le dio demasiada importancia.;Esa noche, las estrellas brillaban en el cielo sin nubes, cuando, un terrible estruendo pareció romper el firmamento, que se iluminó hasta que brilló con la luz del día. Una rugiente estrella apareció dirigiéndose hacia la ciudad, la cual engulló, destruyendo a todos los habitantes con ella. Entonces el Rey, recordando la profecía tiempo atrás olvidada, inquirió;-Amado compañero, me advertiste que esto sucedería. Y te he seguido y querido todo este tiempo Pero, ¿por qué no me dijiste que el desastre tardaría tanto en ocurrir? Abandoné mi vida en la ciudad en la que era feliz durante tantos años. Cuando podría haber estado allí hasta ayer.- se lamentó el viejo Rey.;El anciano, que había escuchado impasible sentado en el suelo se levantó y señalando el cielo dijo con una sonrisa sincera y paternalista;-Adorado hermano ¿Acaso hubieras vivido tranquilo todo este tiempo, esperando que una estrella cayese sobre tu cabeza?
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